La formación ecosocial es partidaria de fomentar pequeñas zonas de cultivo en áreas específicas del cinturón que rodea la ciudad, en suelos que no estén afectados por problemas de contaminación y en sus dos variantes: ocio y tiempo libre y autoabastecimiento, dando prioridad a personas mayores, jubilados, desempleados o colectivos desfavorecidos.
EQUO plantea, además, la elaboración de una ordenanza municipal que regule el uso y disfrute de huertos urbanos. Los huertos urbanos cumplen dos importantes funciones; una ambiental de recuperación de zonas urbanas degradadas, y otra cultural en defensa del patrimonio ecológico y natural y de retorno a la agricultura tradicional. Este tipo de agricultura ha sido durante generaciones fuente de abastecimiento alimenticio y sustento económico familiar y ha fomentado además de forma indirecta la agricultura ecológica y el consumo de productos locales.
En Cartagena la normativa actual permite desarrollar los huertos urbanos en suelos catalogados como urbanizables, siempre con una licencia provisional. En el caso de suelos catalogados como dotacionales, la actividad puede desarrollarse de forma indefinida. En la zona de la Rambla de Benipila todavía hay suelo municipal y dotacional, con la ventaja de que las infraestructuras de agua de riego del trasvase son accesibles.
Otra de las propuestas de EQUO es la puesta en marcha de huertos urbanos en colegios públicos a través de un programa municipal. El objetivo de este proyecto es poner a disposición de los centros educativos un recurso pedagógico indispensable para entender la vinculación del ser humano con la naturaleza y desarrollar actividades sostenibles que fomenten la responsabilidad ambiental.