Ante las declaraciones efectuadas por el consejero de Obras Públicas, Manuel Campos, en las que manifiesta la intención de abrir el aeropuerto de Corvera “de inmediato”, presumiblemente a comienzos de abril, EQUO RM las califica de electoralistas, al pretender únicamente cortar la cinta inaugural del aeropuerto de cara a las elecciones del 25 de mayo, aunque no se verifique actividad alguna. Ante la paralización de todos los proyectos estrella de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, el gobierno regional quiere presentar a la sociedad murciana la apertura del aeropuerto, aunque las condiciones no sean las necesarias para ello.
EQUO RM recuerda que para que el aeropuerto de Corvera entre en funcionamiento deben darse tres circunstancias: que el aeropuerto y su torre de control reciban la certificación de la Agencia Española de Seguridad Aérea; que Bruselas apruebe un crédito participativo de más de 180 millones de euros y que AENA decida cerrar el aeropuerto de Murcia-San Javier para que la actividad se traslade al nuevo aeropuerto. Ninguno de los tres requisitos están en condiciones de cumplirse, a pesar de lo cual el consejero Campos sigue con su intención una vez más de abrir el aeropuerto en el mes de abril.
Además, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia está negociando con el consorcio Aeromur, concesionario de la explotación del aeropuerto, para retrasar la devolución del aval que se está pagando hasta el final del periodo de concesión, por lo que en la práctica estamos pagando todos los murcianos una infraestructura de dudosa rentabilidad y de gran impacto ambiental.
Las ideas o planes de futuro del PP brillan por su ausencia y lo único que puede proponer a la sociedad murciana es una estructura de cartón-piedra que posiblemente nunca llegue a funcionar. Desde EQUO RM proponemos al gobierno que apueste por una Región donde impere el sentido común, la mesura, la sostenibilidad y proyectos con los pies en la tierra.
Desde EQUO RM se insta al gobierno regional a que reconozca el fracaso del aeropuerto de Corvera, que pasa a engrosar la lista de aeropuertos fantasma, como los de Ciudad Real, Castellón, Lleida o Huesca, y que cese de utilizar el aropuerto como eterna promesa electoral de puestos de trabajo y riqueza.